Quizás te hayas dado cuenta que en algunas ocasiones que tu pensamiento y tu acción van por lugares distintos. Incluso, puede que te hayas encontrado sintiendo una emoción que te dirige hacia un camino o decisión pero que tu pensamiento te aconseja que lo que deberías hacer ante tal situación es otra cosa completamente distinta.
Ante esos dilemas cotidianos… ¿Has observado cómo terminas decidiendo ¿Qué es lo que te hace decantar la balanza?
Nuestro organismo cuenta con tres grandes centros inteligentes para descifrar el entorno y relacionarnos con él. Según la teoría del cerebro triuno MacLean cada uno de estos centros correspondería a una parte del cerebro. ¿Te imaginas cuáles son?
Voy a describir algunas de las cualidades de cada uno de ellos para que puedas observar cuanta de tu atención les ofreces:
- Centro mental: Su lenguaje es el del pensamiento, las imágenes, los ruidos, etc. Este centro se ubica básicamente en la zona alta del cuerpo, concretamente en la cabeza y también se relaciona con los sentidos a través de los cuales entra la información. A esta parte la llamamos ectodermo y su función es la de anticiparse y predecir situaciones en base a las experiencias vividas.
Corresponde a la parte frontal del cerebro, es la parte más evolucionada de este órgano: neocórtex y lóbulo frontal. Esta función es exclusiva de los mamíferos.
- Centro emocional: Su lenguaje son las emociones -las 5 básicas: alegría, rabia, tristeza, miedo y sorpresa-, así como todos sus matices a través de emociones más elaboradas y sentimientos como podrían ser la vergüenza o la esperanza.
Esta parte, a la que llamamos endodérmica, se ubica en la parte del tronco entre la cabeza y la parte baja del abdomen y la relacionamos con los órganos y vísceras. Si observas te darás cuenta que cuando estás sintiendo una emoción, suelen aparecer sensaciones en esta parte de tu cuerpo.
Este centro tiene una función adaptativa: al sentir miedo, puedo protegerme.
Esta parte esta dirigida por el sistema límbico. En el cerebro correspondería, entre otras, a la parte del hipocampo y amígdala, encargadas de las emociones.
- Centro corporal: El centro corporal tiene que ver con nuestra parte baja del cuerpo de los genitales hasta los pies. No es casual que se ubique en esta parte pues se relaciona con la acción. Esta parte es la que se relaciona con el instinto.
A esta parte la llamamos mesodérmica y está compuesta por la estructura ósea, muscular y sanguínea, la cual nos permite poner en marcha nuestra decisión a través de la acción.
Es la parte más primitiva del cerebro, se le llama cerebro reptiliano: tronco encefálico y cerebelo. Es la parte que se encarga de las funciones básicas de la supervivencia.
Como ves, los tres centros son importantes para la supervivencia. Todos ellos aportan una información específica y concreta de la realidad, complementaria entre sí.
Sin embargo, vivimos en una sociedad en la que gobierna la razón y el pensamiento. La inteligencia se mide mayormente por la capacidad mental de raciocinio, memoria y análisis y, precisamente esto es lo que se enseña y fomenta en la mayoría de escuelas y formación reglada.
Aprender a conocer cómo te relacionas con la información que proporciona tu organismo, acercarte y atender el lenguaje de tu cuerpo es fundamental para que puedas recobrar la coherencia y armonía en ti.
Alinearte contigo misma y validar todas las expresiones que acontecen en tu cuerpo va a facilitar que puedas tomar decisiones más acordes a ti y por lo tanto, que las interferencias de lo que puedan pensar, lo que se supone que debería hacer, la expectativa que hay puesta en mí, etc. Pueda quedar a un lado para centrarte en lo que realmente sientes que tiene sentido para ti.